¿Y si se incorporara plástico PET reciclado a la mezcla asfáltica que se utiliza para construir calles y carreteras? En eso consiste Asfalto Verde, un proyecto que impacta en la calidad constructiva de la infraestructura, la economía y el medio ambiente desarrollado en Costa Rica.
La iniciativa se enmarca en la plataforma global de sustentabilidad que el Sistema
“Asfalto Verde es un proyecto que encuadra perfectamente con nuestra meta global de 'Un Mundo sin Residuos', ya que estaríamos recuperando y reutilizando el plástico (PET) para la reconstrucción de vías”, explica William Segura, Gerente de Asuntos Públicos y Comunicaciones para

De esta manera, el plástico de las botellas reemplaza materiales de la mezcla asfáltica como la piedra y la arena, representando una reducción en el costo y un beneficio ambiental al mismo tiempo, ya que se recupera un material que sería un desecho y se evita la costosa extracción de materiales de la naturaleza.
Beneficios y un mejor desempeño
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), de la Universidad de Costa Rica, es la entidad encargada de validar nuevas tecnologías, materiales y técnicas utilizadas para la infraestructura vial del país. Desde hace tiempo investiga mezclas asfálticas con distintos tipos de desechos.
“Hace más de siete años que estamos trabajando en el tema de pavimentos verdes, que es un tema que nos apasiona por el impacto que puede tener en la calidad de vida de la sociedad costarricense”, señala José Pablo Aguiar, Coordinador de la Unidad de Materiales y Pavimento de Lanamme.
De esta forma, junto a la colaboración de
“Inicialmente fue tomar un material de reciclado e incluirlo en la mezcla asfáltica. Tras nuestra investigación llegamos a confirmar que estos plásticos son bastantes nobles y hasta compiten muy bien con productos comerciales que se añaden a estas mezclas”, explica el experto.
Además de este beneficio, el costo de la producción también disminuye, ya que es mucho más económico el plástico que los materiales que este reemplaza, como la piedra o la arena, sumado al impacto ambiental positivo que este reemplazo genera.
De esta manera, no solo se está incluyendo un material que será basura, sino que se está mejorando el desempeño de la mezcla asfáltica que, “siempre y cuando se diseñe bien, su durabilidad puede llegar al doble de su vida útil convencional”, destaca Aguiar.
El alcance de Lanamme va más allá de probar los materiales, su aporte en investigación logra crear una metodología que garantiza el diseño de un “asfalto verde” de gran durabilidad.
“La inclusión del PET puede ir en distintas capas de la carretera, por lo que ese 3% se terminará transformando en cientos de miles de botellas por kilómetro de carreteras construida” sostiene el experto para graficar la sostenibilidad del proyecto.
Prueba en carretera
Durante el período de investigación, Lanamme utilizó un simulador de vehículos y maquinaria de tecnología avanzada que es capaz de imitar de manera acelerada los factores que producen desgaste en la carretera, como la carga vehicular y la humedad, entre otros. “Es un equipo que me permite simular cualquier escenario de carga, desde un automóvil hasta el tren de aterrizaje de un avión”, grafica Aguiar.
La siguiente fase del proyecto consiste en pruebas sobre calles pertenecientes al municipio de Desamparados: “Evaluaremos el desempeño del nuevo material en un tramo construido bajo condiciones totalmente reales para validar los beneficios que hemos descubierto en las distintas instancias de investigación y desarrollo”, señala Aguiar.
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