Muchas veces escuchamos historias que parecen salidas de novelas de aventura, donde los objetos perdidos durante décadas flotan al otro lado del mundo. Pero, ¿qué posibilidades tenemos de lanzar un mensaje en una botella y llegar al otro continente? En realidad, bastantes. Algunos materiales tardan cientos de miles de años en degradarse y pueden acumularse en nuestras costas, en las grandes islas de basura de los océanos o en el fondo del mar.
Para evitar esa postal, las organizaciones Ecomar y Chelonia, en el marco del proyecto Mares Circulares -iniciativa de
En busca del impacto cero
El proyecto ya está en marcha. La asociación Chelonia, responsable del seguimiento de las playas seleccionadas, ya puso manos a la obra. Para empezar, realiza un levantamiento de todos los objetos encontrados. "Detallamos el número de filtros de cigarrillos que encontramos", señala Manuel Merchán, presidente de la Chelonia.
Una vez realizado el monitoreo completo (a partir del cual se obtendrán los datos relevantes para realizar futuros estudios sobre el estado de los terrenos arenosos), se efectúa la limpieza. Para eso, Chelonia suma los esfuerzos de la fundación Ecomar, de autoridades locales, de los socios europeos de
"Se trata de una iniciativa muy positiva. Hay un cambio de conciencia permanente. Detectar el problema, actuar y ver el progreso puede llevar 10 años o, en el caso del mar, 20. Nuestro lema es proteger las dos cosas que no se pueden cambiar: tu cuerpo y tu planeta", explica Theresa Zabell, Presidenta de la Fundación Ecomar.
Un mar de residuos
¿Qué esconden las playas? La respuesta es clara: todo. Por las corrientes marinas y los movimientos de arena, hay mucha basura que termina enterrada. "Una vez pasamos una red enorme por debajo de la superficie de la playa", afirma Gastón Cedrone, responsable del área del marketing y patrocinios de Ecomar. "Necesitamos la ayuda de una grúa para retirarla, y no es la única vez que pedimos ayuda externa para desenterrar objetos", dice.
Se estima que el 80% de la basura que proviene del mar es consecuencia de actividades terrestres y, debido al aumento de la producción, la cantidad de esos residuos podría multiplicarse por tres en las próximas décadas.
Limpieza y concientización a largo plazo
Los responsables de Chelonia insisten en la importancia de continuar con este proyecto. "No vale la pena controlar y limpiar si no volvemos más tarde para evaluar los resultados", dice Manuel Merchán. "El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación recomienda cuatro controles anuales, y eso es lo que vamos a intentar."
Se trata de dar continuidad a un trabajo benéfico para los ambientes marinos. Ecomar participa de este proyecto por octavo año consecutivo, junto con
"Hace 20 años, éramos muy pioneros. Nos miraban raro. Ahora estamos orgullosos de que haya tantas iniciativas y organizaciones que luchan por la misma causa”, afirma Theresa Zabell.
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