Un almacén del siglo XXI es un almacén tecnologizado, que piensa en solucionarle la vida a sus clientes cuando en los cajeros del barrio no hay dinero en efectivo o cuando se inicia en Chile la era de las boletas electrónicas. Así lo entendieron
Después de 26 años atendiendo el negocio “San Gabrielito”, la señora Alejandra Villar y su esposo decidieron dejar el proyecto familiar en manos de su hijo Alejandro. “Mi hijo es fabuloso”, comenta con orgullo la emprendedora al volver al local que levantó con esfuerzo y visión. Los fundadores del histórico minimarket de Bajos de Mena fueron invitados ilustres de la ceremonia donde se puso broche de oro al proyecto en que
Alejandro Moraga fue uno de los 23 almaceneros de Puente Alto que participaron en la iniciativa donde se entregó mercadería a 300 familias y a 12 ollas comunes a través de los negocios del sector. Esos comerciantes, sobre final del proceso de apoyo, recibieron un dispositivo para pago con tarjetas bancarias, un terminal para emitir boletas electrónicas y una pizarra para publicar las ofertas de su local. “Hoy me trajeron estos regalos, porque es importante contar con esta tecnología ya que a la gente le cuesta más obtener dinero en efectivo en los cajeros y a mí me beneficia que puedan pagar con tarjeta”, comenta entusiasmado.
Como él, son varios los emprendedores que destacan las ventajas de estos kits tecnológicos, sobre todo para ofrecer más posibilidades a los vecinos de su comunidad. “Ahora todos tenemos que hacer boletas electrónicas, así que el dispositivo que nos entregaron es una herramienta súper útil”, afirma la almacenera Alejandra Carrasco, a lo que el emprendedor Jeremy Yanac agrega: “El dinero en efectivo ya quedó atrás y tenemos que modernizar todo, el pago con tarjeta es más rápido y más higiénico que el mano a mano”.
Todos ganaron en el barrio
Durante el segundo semestre de 2020, en plena cuarentena,
“La mayor responsabilidad de este plan era que los recursos involucrados quedaran en el barrio, quedaran en el almacén y de esa manera se generara una unión en el barrio, entre los consumidores y el almacenero, que es su vecino”, precisa José Ignacio Miranda, Subgerente Comercial y de Logística del Centro de Distribución de Coca-Cola Andina en Puente Alto.
Y con orgullo y entusiasmo, la Gerenta de Relaciones Institucionales de
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